¡Un dúo sin igual! La salsera Daniela Darcourt no pudo ocultar su emoción al fotografiarse con el reconocido ‘baby’ de la salsa, Jerry Rivera. Esto, durante una gira por los Estados Unidos, donde afortunadamente, pudo compartir escenario con el puertorriqueño.
La intérprete de ‘Señor mentira’ utilizó sus redes sociales para expresar calurosas y emotivas palabras al Jerry Rivera, que hace muchos años llegó a Perú también para ser coach en ‘La voz Perú’.
“Creí con tus canciones y hoy tuve el placer y honor de conocerte y compartir escenario contigo… Eres un ser humano increíble y un artista de primera. Gracias por tus bellas palabras y tu cariño, querido @jerryrivera ¡Que la música y la vida nos permita volver a vernos pronto!”, se lee en la publicación de la salsera.
Por su parte, Jerry, no se hizo esperar para responder a Daniela Darcourt y le deseo ‘parabienes’ por su talento y la carrera musical que está forjando.
“Gracias @danieladarcourtoficial por todo el cariño! Que sigas cosechando triunfos por todo el mundo. Tienes un gran talento y carisma, mucha salud y bendiciones para ti junto a los tuyos y sin duda alguna nos veremos en tarima, sabes que cuentas conmigo y aquí tienes un amigo. Mis respetos a tu talento y persona, que viva Perúuuuuuu”, escribió el intérprete de ‘Amores como el nuestro’.
Jerry, cuyo verdadero nombre es Geraldo Rivera Rodríguez, nació en Humacao, Puerto Rico, en 1973. Cuando Jerry tenía 14 años y medio, la casa disquera CBS lo contrató gracias a una grabación que preparó su padre para mostrar las aptitudes de su hijo. Rivera agregó su voz al coro cada vez mayor de personas célebres y otros grupos que instan a acabar con la violencia doméstica. “Este es sencillamente el comienzo de una etapa nueva en mi vida personal que ahora ha pasado a formar parte de mi carrera profesional”, dice Rivera.
Hoy en día, Jerry se siente tan profundamente comprometido con esta causa que hace el seguimiento de varios casos personalmente, manteniéndose en contacto con las mujeres que han decidido huir de un hogar violento para tratar de forjar un futuro mejor.